Artículo escrito para la revista PETS Magazine. Diciembre de 2009
La necesidad de llenar espacios vacíos en nuestras vidas, nos ha hecho unir más el vínculo "perro-humano". Desafortunadamente, los futuros propietarios no están siendo educados para que se les enseñe cómo deben tratar a sus futuras mascotas.
En la actualidad, éstos se enfocan más en la estética o en los costos de mantenimiento, siendo el verdadero sentido de adquirir un perro que éste cumpla una función ya sea de compañía, seguridad o hasta por salud, entre otras. De esta manera, vemos la llegada del perro al hogar con la esperanza de su dueño que éste llene las expectativas deseadas, pero en un corto tiempo dicho perro resulta ser algo totalmente contrario a lo que de él se esperaba.
Las recomendaciones para estas situaciones son las siguientes:
1. Analice su capacidad económica: Hay perros pequeños que demandan más gastos que uno grande y perros grandes muy económicos en su manutención.
2. Tiempo de dedicación: No todos los perros tienen un tiempo estándar para dedicarles, lo que nos hace adaptarlos a nuestra rutina.
3. Espacio: La raza o la liga que pueda tener el perro podría demandar necesidades de espacio para su desarrollo físico y psicológico.
5. Asesoramiento: Para prevenir cualquier problema de comportamiento de nuestra futura mascota, debemos buscar buenos profesionales, con la finalidad de ayudarnos a conseguir un perro equilibrado.Estos profesionales deberán basar su trabajo en cuestionarios de comportamiento, con la finalidad de determinar el temperamento del animal. Ellos también los podrán educar y proveerles de un medio ambiente apropiado, lo cual redundará en la obtención de un carácter estable y adecuado, dando como resultado una buena convivencia entre el perro con el humano y otras especies.
Recuerde que el perro es irracional, por lo que no debemos ser manejados por ellos.
Debemos pensar como perros y olvidarnos que éstos se comportan como humanos.
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